Tuviste todo. Y ahora la más artificial luz, es amanecer. La más fría caricia, es amor. Cualquier mirada desinteresada, es sincera. Toda palabra, es sabia. La menos expresiva mueca, es sonrisa. Pero tus ojos no brillan, tus labios no ríen de la misma forma. Todo color es indistinto, estás cegado. Tu discurso cambió, la superficialidad es tu bandera. Los sentimientos no duelen, (no llegan a tu corazón). Entonces, la tristeza, ya no es un problema.

Tuviste todo, y por perderlo, terminaste conformándote con nada. Estás perdido, tanto, que no conseguís darte cuenta. Pero todavía confío en que puedas soltar las cadenas de orgullo y prejuicios, que envuelven tu alma, y te apresan a ese muro. Después, en algún momento, o hasta quizás nunca, vas a recordar todo aquello que perdiste por elección, anhelando viejos tiempos. Y sé que ese vacío que dentro nuestro se instauró, no se va a llenar, con falsas promesas al oído, en cualquier noche de bar.-